Como base para este comentario tomaremos lo reportado por la confiable Radio Baviera (BR KLASSIK). Naturalmente son opiniones que reflejan la percepción de quien escribe y por lo mismo de carácter subjetivo pero a juicio del autor de estas líneas, reflejan algo de lo acontecido este año en el siempre agitado festival de Bayreuth. Es un muy resumido reporte para dar una idea general de lo vivido y de lo que se viene en los próximos años.
Dos obras ocuparon las noticias: »El Anillo del Nibelungo« que volvió a fracasar y »Parsifal« que convenció con reservas. Pero en opinión de muchos lo fundamental es que el futuro del festival está en juego. Los desafíos son en principio dos: 1. Cómo atraer nuevo público y 2. ¿Se puede modernizar el festival? Veamos por ahora las obras que ocupan esta noticia.
»El Anillo del Nibelungo«. Radio Baviera la califica como un veneno para la taquilla. Una vez más la producción de Valentin Schwarz fue brutalmente abucheada y a pesar de algunos "retoques" escénicos no fue posible salvar visualmente este desastroso Anillo. Según esta fuente “puede que Schwarz haya seguido jugueteando con su Anillo a la manera wagneriana y, por tanto, en consonancia con la idea del "Taller de Bayreuth", pero sigue perdiéndose en un ecléctico espectáculo de imágenes en lugar de estudiar por fin el libreto como es debido.”
»Parsifal«. La nueva producción fue recibida favorablemente tanto por la crítica como por el público en relación al elenco y dirección orquestal (Pablo Heras-Casado) que debutó exitosamente en Bayreuth. Para muchos la puesta en escena no fue especialmente emocionante, pero tampoco un fracaso. Lo que no tuvo el éxito esperado fue el uso de lentes de Realidad Aumentada ya que muchos espectadores se quejaron por considerarlos pesados, incómodos y por no enriquecer la puesta en escena.
Bayreuth 2023 ¿Un balance?
“No funcionó bien”
El hecho de que Bayreuth tenga que esforzarse mucho más por vender las entradas no se debe, desde luego, a Richard Wagner. Según señala el gran bajo y estrella de Bayreuth Georg Zeppenfeld, el público de la música clásica está sobre-envejecido y la competencia mediática es feroz. Los menores de 50 años son una rareza en el Festspielhaus dice. Por su parte Markus Blume, ministro de las artes del Estado de Bavaria es consciente de ello: el comportamiento del público ha cambiado y el festival debe modernizarse a fondo: Toda institución, por exitosa que sea, debe examinarse a sí misma: ¿Estoy realmente en sintonía con los tiempos, estoy haciendo lo suficiente para inspirar a la próxima generación?.
En el plano casi anecdótico se podría decir que hubo dos festivales: el de las Obras de Richard Wagner y el del Reemplazo de Cantantes. Sobre ello informamos parcialmente en nuestro Newsletter N°14, pero hubo más....
Hubo dos grandes debuts adicionales: La mezzosoprano letona Elina Garanča como Kundry en el estreno de Parsifal, triunfal y sin haber ensayado (...) y el de la soprano noruega Elisabeth Teige quién fuera celebrada en nada menos que tres papeles: Senta en »El holandés errante«, Elisabeth en "Tannhäuser" y Siglinda en "La Valquiria”.
El futuro de Katharina Wagner
Katharina Wagner, concretamente como Directora del Festival, tiene la responsabilidad artística del Festival de Bayreuth. Sin embargo, esta responsabilidad no es abstracta: tiene que responder específicamente ante cuatro accionistas del Festival que financian la operación con sus subvenciones: el Gobierno Federal de Berlín, el Estado Libre de Baviera, la Ciudad de Bayreuth y la asociación de mecenas "Sociedad de Amigos de Bayreuth”. Además -pero sin demasiada influencia- están el Distrito de Franconia y la propia familia Wagner.
El hecho de que su contrato como directora del festival sólo se extienda hasta 2025 y aún no haya sido prorrogado provocó especulaciones este verano y supuso una oportunidad para desentrañar una vez más las enquistadas y conservadoras estructuras de Bayreuth. No hay que olvidar que las discusiones acerca de su futuro comenzaron ya en 2022. Se trata de un tema de gran complejidad debido a los múltiples desafíos que Katharina Wagner ha tenido que enfrentar en los últimos años y que no han hecho que su desafiante cargo sea fácil. La pandemia, críticas negativas a ciertas producciones, muy en especial la del Anillo del Nibelungo estrenada en 2022 y comentada brevemente más arriba y a veces pequeñas, aparentemente triviales situaciones que se usan como argumento para atacarla. Un ejemplo de ello es la crítica hecha por un espectador que en un ensayo general de Lohengrin en 2022 se quejó porque el cantante Klaus Florian Vogt usó dos veces - y de acuerdo al texto original de Wagner - la palabra Führer (Guía) en el tercer acto de la obra y que, por razones de asociación política e ideológica con Adolfo Hitler a quién también se le
llamaba Führer, era normalmente reeemplazada por “Schützer” (Protector).
La complejidad de manejar un festival de esta magnitud y significado histórico para Alemania y el mundo no es menor y sin duda seguirá siendo un desafío de enormes proporciones, sea quien sea que esté a la cabeza del mismo.
Especial de Navidad: la primera interpretación del »Idilio de Sigfrido«
Cerrando este año 2023 les entregamos otra colaboración del Sr. Hugo Muñoz, esta vez dedicada a un hecho acontecido en un día como hoy hace 153 años...
Habiendo consagrado prácticamente toda su vida profesional a la creación de obras dramático-musicales que fueran representadas, y no teniendo en cuenta los fragmentos de sus óperas y dramas musicales que han sido transportados y adaptados especialmente a la sala de conciertos, ciertamente Richard Wagner posee una producción no operística que, si bien no copiosa en comparación a sus obras para la escena, se encuentra desde la época del compositor hasta nuestros días en un lugar de renombre con las obras sinfónicas de autores como Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Robert Schumann o Johannes Brahms. Al respecto, nos parece llamativo el que una de las páginas sinfónicas wagnerianas más reconocidas desde hace más de un siglo haya sido concebida y materializada por primera vez como una pieza para orquesta de cámara, y para una ocasión privada. Efectivamente, la mañana del 25 de diciembre de 1870, la casa de la familia Wagner en la localidad de Triebschen, a orillas del Lago Lucerna en Suiza, despertó con los compases de una de las composiciones no operísticas más reconocidas que el músico oriundo de Leipzig escribió, y que se ha mantenido como una de las más cálidas páginas de su producción: El idilio de Sigfrido.
Se trata de una pieza que Wagner compuso para una orquesta de 13 instrumentistas, y fue el regalo para el cumpleaños número 33 de su segunda cónyuge, Cosima, hija del afamado pianista y compositor húngaro Franz Liszt, quien además fue un importante protector y amigo de Wagner, sin mencionar lo fundamental que fue como promotor de su música. Brigitte Hamann, una de las más importantes historiadoras de la familia Wagner, afirma que Cosima solía celebrar su natalicio en el día de Navidad, a pesar de que cumplía años el 24 de diciembre, por lo que para Wagner llevar a cabo el estreno absoluto de su nuevo poema sinfónico en dicho día resultaba un presente del todo atractivo para su mujer, según parece. Se trata de una de las páginas más bucólicas del compositor, donde combina temas que posteriormente se convertirán en leitmotivs de la segunda jornada de su monumental El anillo del Nibelungo, titulada Sigfrido. Su duración de casi media hora alimenta un estado casi contemplativo en la obra, donde pareciera haber un optimismo radiante y permanente en la pieza, algo que seguramente Wagner quería lograr como presente para Cosima, y a pesar de que fue estrenada en un formato camerístico, los estudios wagnerianos Barry Millington, John Deathridge, Carl Dahlhaus y Robert Bailey afirman que el compositor tenía intenciones más grandes para la obra. Efectivamente, originalmente la pieza fue tocada con ocho ejecutantes de cuerda, mientras que Wagner solicitó al menos 23 para una representación privada en Mannheim en 1871, además de haber planeado un arreglo para una orquesta más grande en 1874, según lo constatan los estudiosos. Con todo, el Idilio de Sigfrido fue escrita originalmente para flauta, oboe, dos clarinetes, fagot, dos cornos franceses, trompeta, dos violines, viola, violonchelo y contrabajo. Como anécdota relacionada con el estreno y la instrumentación, Francis Barnhart afirma que en la primera ejecución, la parte de la trompeta fue tocada por Hans Richter, el emblemático director de orquesta que estrenó El anillo del Nibelungo en Bayreuth en 1876, quien tuvo que aprender esa parte en el instrumento, que dura tan solo 13 compases.
Como regalo de Navidad para ustedes, nuestros lectores, les dejamos un registro de la versión original para 13 instrumentistas. Se trata de una interpretación de miembros de la Toronto Symphony Orchestra, bajo la dirección del reconocido pianista Glenn Gould, en una de sus multifacéticas inmersiones. La grabación fue realizada en Toronto entre julio y septiembre de 1982, poco tiempo antes de la muerte de Gould.
Idilio de Sigfrido
Bibliografía
Discogs. “Notes.” En “Glenn Gould, Richard Wagner - Glenn Gould Conducts Wagner’s Siegfried Idyll (Gould’s Conducting Debut And Final Recording). Piano Transcriptions: Siegfried Idyll, Die Meistersinger, Götterdämmerung.” Ingreso en diciembre 6, 2023. https://www.discogs.com/release/6896233-Glenn- Gould-Richard-Wagner-Glenn-Gould-Conducts-Wagners-Siegfried-Idyll- Goulds-Conducting-Debut-And-.
Hamann, Brigitte. “La familia Wagner.” Barcelona: Editorial Juventud, 2009.
Millington, Barry, Deathridge, John, Dahlhaus, Carl y Bailey, Robert. “Wagner, (Wilhelm) Richard.” Grove Music Online. Modificado por última vez en mayo 15, 2009. https://doi.org/10.1093/gmo/9781561592630.article.6002278269.
YouTube. “Siegfried Idyll, WWV 103.” Ingreso en diciembre 6, 2023. https://youtu.be/P6FbrYFWbdg?si=obRHtYEL24P2KyOx.
El sitio web de la Fundación Richard Wagner de Chile.
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